La llegada de un cachorro

Hay un día en la vida donde la gente piensa en la alegría de tener un cachorro. Imaginan lo maravilloso y emocionante que sería dar la bienvenida a una nueva mascota en su casa y criarla hasta convertirla en un perro adulto.

Este es el ideal que todos imaginamos originalmente, sin embargo, la realidad suele ser muy distinta.

La gente no siempre te cuenta las cosas más duras de tener un nuevo cachorro, sobre todo en las primeras semanas y meses: la emoción, el agotamiento, la sensación sombría de que has cometido un gran error y todo está mal.

Experimentar este pánico cuando se adquiere un cachorro por primera vez es sorprendente, pero puede remediarse fácilmente con la combinación adecuada de tranquilidad y consejos prácticos.

Por eso, aquí tienes 10 consejos para que la llegada y la cría de tu nuevo cachorro sean pan comido.

 Las primeras semanas

En primer lugar, recuerda que en las primeras semanas y meses de tener un cachorro, una vez pasada la emoción inicial de su llegada, es normal tener dudas y pánico ante la enorme responsabilidad que acabas de asumir.

Esto se debe a que los cachorros son destructivos, agotadores y extremadamente energéticos, y pueden alterar las comodidades anteriores del hogar.

 

Puede que te encuentres fregando y barriendo el suelo hasta medianoche, la lavadora seguirá funcionando y no podrás sentarte a ver la que se avecina sin que una bola de pelo llorando en la cocina intente desesperadamente llamar tu atención.

Y el mero hecho de comprender lo común que es experimentar el pánico y la duda en las primeras etapas, en gran parte debido a la fatiga crónica, puede ser de gran ayuda.

Así mismo, estos sentimientos desaparecerán con el tiempo a medida que tú y tu nuevo compañero se adapten el uno al otro, por lo que es importante aceptarlos y eliminarlos como algo significativo.

Comprender la extrema importancia de la limitación de los daños

Demasiada gente permite que un cachorro lo tenga todo en casa desde el primer día, lo que hace más difícil de lo necesario tener un cachorro.

Recuerda que un cachorro nunca podrá entender el verdadero valor o la importancia de todo lo que posees, incluidos tus nuevos zapatos, tu mesa antigua y el mando de tu videoconsola. Pero cuanto más permitas que toque tus muebles u objetos caros, en los que luego puede hacer caca o masticar y desparramar, más perjudicará tu creciente relación con tu perro, ya que es probable que inevitablemente se genere resentimiento.

Es mucho mejor mantener al cachorro en un área confinada primero usando una jaula o una zona delimitada y un sitio grande para caminar, como la cocina, y/o una puerta para perros para separar al cachorro del resto de la casa.

Elige una zona en la que el suelo sea fácil de limpiar y en la que tu cachorro no pueda hacer sus necesidades, masticar, defecar u orinar sobre nada de valor. Esta simple medida debería bastar para reducir significativamente tu estrés.

Utiliza el mismo enfoque en su propio jardín

Asegúrate de que tu cachorro tiene un área de juego limitada y una zona para hacer caca en el patio.

Mientras esté en el exterior, mantén sus juguetes favoritos y los que pueda masticar en la casa o en cualquier otra zona del jardín donde no deba tener acceso.

Si tu cachorro tiene su propia zona vallada en el patio, también estará más seguro y posiblemente más limpio.

Tomarse en serio el entrenamiento para ir al baño

El principal motivo por el que los cachorros no aprenden a ir al baño de forma más rápida y fiable es que el adiestramiento inicial no fue riguroso, por ejemplo, porque no sacó a su cachorro al exterior cada media hora o porque no fue al baño inmediatamente después de dormir, jugar o comer.

Después, dale inmediatamente una orden para que lo haga bien, como por ejemplo: ¡sé limpio! Elogiarlo y luego premiarlo con una golosina.

Si no sacas a tu cachorro al exterior reforzando este aprendizaje incluso al anochecer y con cualquier tipo de clima, seguirás teniendo más accidentes dentro de casa, o seguirás pensando que es mejor ir al baño dentro.

Recuerda que es como un bebé al que hay que enseñar y tener toda la paciencia del mundo como la tuvieron con nosotros.

Es una vergüenza, ver como en los meses de marzo/abril se producen tantos abandonos de perros, al acoger una animal en navidad y creernos que es un juguete.

Piénsatelo al adoptar un cachorro y cuando pase un tiempo, tendrás a tu lado a uno de los mejores amigos que jamás tendrás.

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